Nuestro fundamento busca contribuir a propuestas como las desarrolladas por la UNESCO (2013) sobre
Aprender a vivir juntos: las TICs como medio de comunicación, nuevamente el uso ético de las TICs, las redes sociales, el trabajo cooperativo, las producciones colectivas, espacios de participación social, desarrollo de ciudadanía, entre otros, todo lo cual aporta a la cultura de la paz. En este sentido, el uso de TICs en educación no implicaría sólo promover el intercambio e interacción, sino que debe contribuir a visibilizar y valorar la diversidad cultural desde un enfoque de derechos humanos (p. 3).
Y desde la Educación para la Convivencia y la Cultura de Paz pretende a futuro cubrir temáticas desde las ocho dimensiones propuestas por el Gobierno Vasco (2004) (desarrollo persona -habilidades personales y sociales-; tratamiento de los conflictos; derechos humanos; valores democráticos; promoción de la convivencia en los contextos más cercanos, familia, escuela, amigos; desarrollo; interculturalidad; conflictos nacionales e internacionales).